Últimamente, he estado en una batalla conmigo mismo. He estado luchando con mis propias inseguridades, mis propios miedos y con el hecho de que tiendo a subestimarme. He estado luchando por encontrar mi valor y mi lugar en este mundo.
Creo que nosotros, como humanos, pasamos por las mismas luchas en nuestra vida. Aunque las personas que nos rodean ven la mejor versión de nosotros y tienen una razón para felicitarnos por lo que somos, hay veces que no nos vemos a nosotros mismos de la misma manera. Tal vez porque tendemos a comparar nuestra vida con la de los demás en lugar de entender que la vida no es una competencia. En cambio, cada persona tiene su propio camino que seguir. Tal vez porque dudamos de nosotros mismos, nuestros talentos, nuestras habilidades y nuestro valor.
Pero la verdad es que todos somos valiosos; todos tenemos algo que aportar a este mundo. Incluso si no te das cuenta, eres la razón por la que alguien sonríe; eres la razón por la que alguien se siente motivado o animado; o la razón por la que alguien se siente amado.
Hace unos años escribí algo como esto: si piensas mal de ti mismo o te subestimas, estás insultando a Dios, porque Dios te creó y vio que era bueno. Somos imperfectamente perfectos. Es más fácil escribirlo que ponerlo en práctica; pero tu peor enemigo es el que ves frente al espejo. Es hora de que conozcas TU valor. ¡Fuiste creado con un propósito!
Y como dice una de las mejores películas jamás citadas:
ERES AMABLE, ERES INTELIGENTE, ERES IMPORTANTE
