Las vacaciones de invierno terminaron y la mayoría de los estudiantes universitarios volverán a la universidad, mientras yo estoy aquí pensando qué hacer con mi vida. La transición entre la universidad y el "mundo real" puede ser aterradora, confusa y llena de emociones encontradas. Ojalá la vida viniera con un manual, pero no. En cambio, estoy aquí preguntándome "¿Y ahora qué?" Por un lado, me siento aliviado de no tener que preocuparme por las clases y pasar los fines de semana haciendo la tarea. Por otro lado, me preocupa cuándo llegará el próximo cheque. Si estás familiarizado con los videojuegos de arcade, juegos en los que estás pasando niveles y cada nivel es más difícil que el anterior, así es como me siento ahora.
Este es un capítulo nuevo y viene con nuevas responsabilidades. Es hora de salir de mi zona de confort y enfrentar los nuevos desafíos. De ser un estudiante universitario sin problemas financieros (porque tenía una beca completa que cubría mi matrícula, alojamiento y comida), a ser totalmente responsable de todos mis gastos y “estar limpio” durante el primer mes de 2019 no ha sido una tarea fácil (ahorra tanto dinero como pueda durante sus años universitarios; será útil, créeme). Lucas 16:10 dice: "El que en muy poco es fiel, también en mucho es fiel..." y ese es el aliento que me ayuda a mantener la vista en la meta. Dios no me ha abandonado durante mi viaje llamado vida, y estoy seguro de que no lo hará ahora.
En el lado positivo, tengo 2 trabajos por contrato como diseñador gráfico independiente, y eso es algo que me mantiene ocupado mientras bebo mi café.
"Aunque el camino ha sido difícil, te aseguro que me siento bien"
- Bob Marley